En estos últimos meses han ocurrido dos sismos en Latinoamérica y el Caribe en donde ha muerto la terrible cantidad de más de 230.900 personas.
Lejos de lo que nos quieren hacer creer desde los centros de poder mundial, en donde pregonan que los desastres naturales azotan con mas fuerza al mundo o que la humanidad esta cada vez mas vulnerable a las catástrofes naturales, en cada una de las últimas catástrofes vemos como la relación del hombre con la naturaleza se encuentra mediada por el sistema de producción y reproducción económica, política y social.
Así como la contaminación del agua, del aire, la deforestación de millones de hectáreas del amazonas y de muchas otras zonas en el mundo, la desaparición de especies, tiene su profundo sustrato en la relaciones económicas y políticas de producción; el saldo dejado por estos terremotos también tiene que ver con el modelo que se ha desarrollado y profundizado en Latinoamérica en los últimos 20 años de neoliberalismo. El capitalismo nace manchado de sangre y éstos son más muertos en su haber.
No podemos comprender tal cantidad de muertes producidas por el terremoto en Haití si no analizamos cuales eran las condiciones económicas y sociales anteriores, si no tenemos en cuenta que en Haití habitaban alrededor de 270 personas por km2, que mas del 80% de su población vivía bajo el limite de pobreza, que el 90% de los niños sufren enfermedades hídricas y de parásitos intestinales, el 5% de la población adulta sufre de HIV, y que las condiciones habitacionales eran desastrosas y obviamente no cumplían con ningún estándar antisísmico. Que el 98% de los árboles autóctonos fueron destruidos por su sobre-explotación, lo cual produjo que las llanuras se vuelvan estériles, haya escasez de agua potable y se produzcan mayores inundaciones por incapacidad de la tierra de absorber, retener y frenar el agua de lluvia, ya una de las tormentas mas fuertes del 2004 dejo mas de 3.000 muertos.
Haití fue el primer país latinoamericano en proclamar la abolición de la esclavitud y su independencia, el pueblo de Haití lucho en contra del Imperio Francés y gano; esta primer victoria no alcanzo para librarse del nuevo imperio que emergía y azotaría a nuestros pueblos, EE.UU. Tras años de dominación económica de EE.UU., Haití se convirtió en un país dependiente de su ayuda económica, sin desarrollo industrial y con las características que ya enumeramos.
El terremoto en Chile también desnuda la desigualdad de un modelo que es el ejemplo de Washington, o de las expresiones del Imperio como Andrés Oppenheimer, por su "progreso económico" en el que el neoliberalismo ha prevalecido incólume desde que la dictadura de Augusto Pinochet comenzó sus reformas económicas y políticas, allá en el año 73; un modelo de economía abierta, con mas de 20 tratados de libre comercio, sustentado en la explotación de sus materias primas. Pero parte de este modelo es también un 13,7% de la población bajo el limite de la pobreza, en donde hay 2 millones de pobres y 500.000 bajo el limite de la indigencia (con una población total de 16.600.000 habitantes); un modelo en dondela salud es paga, en donde las madres con niños con hidrocefalia tienen que cruzar la cordillera para venir a la Argentina a hacerlos tratar en los hospitales públicos, porque como ellas dicen: "si me quedo allí se me muere"; con una universidad pública, pero que sólo acceden los que pueden pagarla, al decir del Imperio "daños colaterales" .
Cuando la salida de las catástrofes es la invasión del Imperio, es el estado de sitio y la necesidad de llenar de gendarmes la calle por miedo a los saqueos; cuando la invasión se encubre en ayuda humanitaria. Cuando la ayuda humanitaria se otorga de tal manera de generar mas caos (como cuando EE.UU. tiró la comida desde aviones en Haití); cuando se aprovecha esta situación de vulnerabilidad social para profundizar la dominación económica política y social, vemos como las catástrofes están mediadas bajo un orden de producción en donde la ganancia y la geopolítica, son el centro y el dios de la lógica con que se piensa. Cuando la salida es la lucha en contra del terrorismo y de los pobres, la invasión de un país, es la respuesta del imperio.
Nuestra salida es la solidaridad, la organización comprometida, la necesaria inclusión social de la redistribució n de la riqueza. Por eso que no alcanza con decir que nos solidarizamos con nuestros hermanos Haitianos y Chilenos, no alcanza sino decidimos también continuar en al camino de la construcción de una Latinoamérica unida, con un mismo futuro, de una Latinoamérica revolucionaria.Secretaría de Asuntos Latinoamericanos - CEHCE -
UTOPIA -Agrupación estudiantil independiente de la Facultad de Humanidades-
MILES - Movimiento Independiente Latinoamericanista Estudiantil-
